Desde la primavera de 2006 se ha escuchado en muchas ocasiones la cantinela de que la cotización del barril de petróleo bate un nuevo registro por enésima vez. Y la cesta de la compra se encarece cada día que pasa. Si se combinan todos estos datos, los toledanos pueden decir hoy que su vida es un 6,6 por ciento más cara de lo que lo era hace un año y un 15 por ciento de lo que lo fue hace dos. El Índice de Precios al Consumo (IPC) cerró el año 2007 con un aumento de la vida del 4,2 por ciento, pero la realidad sobrepasa con creces esta cifra. Tras analizar el coste para el público de 22 productos de primera necesidad, y exclusivamente alimenticios, se desprende que la cesta de la compra ha subido desde mayo de 2007 en un 3,7 por ciento, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Y corta se queda esta subida si se toma como punto de partida el estado de los precios de hace dos años; en tal caso, el incremento fue del 9,8 por ciento. El atribulado medio es un mileurista, su salario ronda los 14.500 euros brutos anuales, según el último estudio de Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias que ha realizado la Agencia Tributaria. Una pareja gana al año unos 29.000 euros y dispone de alrededor de 2.000 euros netos con la suma de los salarios de ambos para hacer frente a cada mes. Dos compras al mes de alimentos básicos, el llenado del tanque de gasolina cada dos semanas, dos bombonas de butano y el pago de la hipoteca consumen hoy 1.300 euros de su hacienda mensual, un 15 por ciento más que hace tan sólo dos años, cuando en ello invertían 1.130 euros al mes.
Y las preocupaciones de esta pareja no se limitan a con qué recursos llenarán la cesta de la compra. La hipoteca del techo que le cobija tendrá una revisión este mes de mayo y la cuota se incrementará en un 6,7 por ciento, 54,5 euros más al mes –aunque esta subida no resulta tan acusada con las experimentadas durante los últimos dos años–. Cada mes que pasa les resulta más caro acudir al puesto de trabajo; su coche consume gasolina sin plomo de 95 octanos, que hoy es un 8,9 por ciento más cara que en las vísperas del verano pasado.
Y aún tiene suerte, si condujera un vehículo con motor diésel habría visto cómo el gasóleo ha subido un 26,7 por ciento en doce meses hasta llegar a ser más caro que la gasolina. Es un lugar común que el precio del petróleo incide en el de todos los demás productos porque se utiliza no sólo en su transporte, sino también durante su producción. A esto se añade ahora que la fabricación de combustibles biodiésel a partir de aceites vegetales pueda tener efectos devastadores en el precio de alimentos como el arroz, el maíz o la soja, que se utilizan para manufacturar estos nuevos hidrocarburos que llevan la etiqueta de ser más ecológicos.
Estas subidas han tenido lugar en los últimos doce meses. Existe un hito anterior que está marcado en la percepción de poder adquisitivo de los ciudadanos, la entrada del euro. Con la moneda única entró también el redondeo, siempre al alza, un fenómeno que se ha hecho notar en la economía de las familias. El precio de los productos básicos multiplica por dos la subida del IPC acumulada desde enero de 2002, momento en el que se puso en circulación la nueva moneda.
El secretario general provincial de la asociación de consumidores Facua, Jesús Yesa, aseguró que las familias están sobreendeudadas y que en las oficinas de esta asociación han aumentado en gran medida el número de consultas que reciben de ciudadanos que se ven con el agua al cuello. "Buscan información sobre qué alternativas tienen cuando se encuentran con que no tienen para pagar la hipoteca", explicó. La organización se está convirtiendo en una intermediaria con la entidad financiera, a la que acude para exponer que un determinado hipotecado quiere pagar, pero no puede, y buscar fórmulas que palien la situación antes de llegar al impago.
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